Mahoma (570-632). Mercader del la Meca, reconocido como “Apóstol de Dios”, tras una
revelación del Arcángel Gabriel, cuyas palabras fueron los primeros
fragmentos del Corán, fue el encargado de expandir los mensajes de Alá, sobre el
juicio final y la necesidad de sumisión o Islam. Expulsado de su ciudad, volvió
para tomarla a la fuerza. Para entonces su mensaje ya había traspasado
fronteras, comenzaba la expansión del Islam.
Carlomagno (742-814). Cuando Pipino el Breve murió, su reino se dividió entre sus
hijos Carlo y Carlomán. Ambos repartieron el imperio equitativamente, pero la
muerte temprana de Carlomán consiguió reunir en Carlo todo el poder,
estableciendo su imperio en la mayor parte
de la Europa Central y Occidental. Carlomagno, rey de los francos fue el fundador
del Imperio Carolingio que más tarde
se convertiría en el Sacro Imperio Romano Germánico.
Leovigildo
(Desconocida-586). Rey
de los Visigodos desde 572-586. Leovigildo desempeñó
una intensa labor política y militar logró un reino cohesionado donde
habían las formas de gobierno locales que podían obstaculizar su autoridad,
habían desarparecido. Las luchas contra los Suevos y bizantinos,
se saldaron con importantes victorias.
Don Pelayo ( Desconocido – 773) : Fue el primer monarca del Reino de Asturias, donde gobernó hasta su muerte. Vinculado estrechamente
con la zona central Asturiana, por nacimiento. Don Pelayo fue el encargado de frenar la expansión musulmana hacia el
norte y a el se le atribuye el comienzo de la Reconquista, y la fundación del
Reino Asturiano.
Almanzor (938-1002). Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí, llamado al-Manūr,
más conocido por el sobrenombre Almanzor, fue un militar y político
andalusí, caudillo del Califato de Córdoba y hayib o chambelán de
Hisham II. Con un gran talento militar y mucho carisma, llevó a cabo un total de 56
campañas en tierras cristianas sin conocer la derrota, razón por la cual
recibió el sobrenombre de al-Mansur (el Victorioso), con el que
pasaría a la historia. Como curiosidad, cuentan las crónicas que tras
entrar en Santiago de Compostela, Almanzor, destruyó toda la ciudad, respetando únicamente el
sepulcro del santo. A los cristianos apresados, les obligó a transportar las
campanas de la catedral y las puertas de la ciudad a cuestas hasta Córdoba.
Juana de Arco (1412 –
1431): Fue una militar y
santa francesa, que fue decisiva para la unión de la nación y para el desenlace
de la Guerra de los 100 años en favor de Francia. Poco se sabe realmente acerca
de su vida. Se sabe que fue apresada en 1431 y quemada viva por el duque Juan
de Bedford. Lo poco que se sabe acerca de su historia está en las actas del
juicio que la llevó a la muerte, aunque los historiadores consideran que las
actas del juicio fueron falseadas.
Marco Polo: Marco Polo es un comerciante, viajero y descubridor, el más
importante de su época. Marco Polo vivió entre los años 1254 y 1324, durante
los cuales realizó numerosos viajes alrededor del mundo, los cuales se relatan
en la obra Los Viajes de Marco Polo. Sin embargo, existen ciertas discrepancias
acerca de la veracidad de muchos de los viajes relatados en dichas obras, sobre
todo aquellos realizados por China y Mongolia, y que son precisamente los que
le han dado fama de explorador y aventurero hasta nuestros días.
Rodrigo Díaz de Vivar
(1048 – 1099): Se trata de un
famoso caballero castellano que tuvo gran importancia durante la época de la
reconquista. Llegó a dominar un señoría independiente en el Levante español y
sus gestas han sido recordadas a lo largo de los tiempos. Conocido como el Cid Campeador, inspiró también el
que es el cantar de gesta más conocido, el Cantar del Mio Cid.
Alfonso X El Sabio
(1221 – 1284): Fue un monarca
español que gobernó durante más de tres décadas, desde 1252 hasta su muerte.
Fue un monarca que llevó a cabo importantes reformas económicas y que se rodeó
además de un grupo de sabios que dejó un importante archivo de obras escritas,
dando lugar al inicio de la prosa castellana.
Isabel La Católica
(1451 – 1504): Fue reina de
España y obtuvo junto con su marido el título eclesiástico por medio del Papa
Alejandro IV. Su llegada al trono fue muy dificultosa y durante sus años de
reinado se produjeron hechos tan importantes como el descubrimiento de América
por Cristobal Colón, gracias a la fe en él de Isabel, contradiciendo los
consejos de pensadores de la época.



